jueves, 29 de marzo de 2012

Una de Castro, Don Corleone y "Maledicto"

 Imagen encontrada en el blog: Punt De Vista

A veces nos parece que el arte puede llevar las cosas demasiado lejos pero estoy convencida de que la realidad suele ser tan grosera que al final, siempre lo supera.

¿Quién le iba a decir al escritor Mario Puzo y al cineasta Francis Ford Coppola que en 2012 asistiríamos desde las pantallas de nuestros televisores a una escena tan grotesca como esta de Fidel Castro siendo recibido por el Papa Benedicto XVI?

Por esa y otras atrocidades como negarle la caridad más elemental a los necesitados opositores cubanos es que un amigo mío se refiere al actual Papa con el nombre de "Maledicto".

Numerosas han sido las manifestaciones y diferentes lecturas que se han hecho de esta visita papal a la isla. En especial, recomiendo los artículos de Miriam Celaya, Jorge Salcedo y las entrevistas de de Estado de SATS al respecto. 



Ante el evidente desprecio de la oposición interna en la isla manifestado por el Vaticano con sus acciones al no recibir a las Damas de Blanco y otros miembros de la sociedad civil, concentrándose exclusivamente en sostener encuentros con los miembros de la cúpula del poder en Cuba, casi todas las opiniones que recogen estos artículos son ácidas, rezuman cinismo y mucho desencanto. Pero no por ello dejan de ser acertadas, pues se centran en criticar los intereses que mueven a cada uno de los grandes protagonistas de los sucesos de los últimos días en Cuba.

En mi caso, he decidido tomarme esto de la comparsa papal con humor y —por razones obvias—, no he podido evitar hacer el vínculo con la magistral obra El Padrino

Aclaro —aunque a muchos les hagan reír las fabulaciones de quienes hablan de conspiraciones y juran que Fidel Castro es un illuminati o un miembro del Opus Dei—, no hay que olvidar la formación jesuita del nefasto. Es evidente que mucho retuvo de esa enseñanza, pues no sólo se ha valido de una iconografía dominante para controlar la ideología de los cubanos por más de cincuenta años, sino que además intenta desesperadamente perpetuarse en el poder a través de una dinastía. Para ello, no duda en aliarse con cuanto poder sirva para validarlo ante los ojos de la opinión pública internacional.

En definitivas, salvando las distancias, algo parecido ha hecho la iglesia católica por los siglos de los siglos.


Esperemos que algún día —cuando la prensa en Cuba sea libre—, logremos arañar la punta del iceberg. Tal vez eso nos brinde un atisbo de la verdad. Entonces vislumbraremos cosas peores alrededor del castrismo: lazos de sangre, jugosos intereses que justifican los incomprensibles juegos del poder de uno y otro lado. Porque a estas alturas creo que es bastante evidente que alrededor de los Castro se mueve algo que funciona como lo que realmente es: una mafia —a pesar de que las tácticas represivas que utilizan sus sicarios contra la disidencia no sean todo lo "profesionales" que Don Vito Corleone preconizaba—.

Mientras ese día llega, divirtámonos viendo como el anciano mayor —a la semblanza de Michael Corleone—, intenta fabricar una imagen de padre de familia para vendérsela al mundo —y en especial a Dios—, pues son tantos y tan grandes sus pecados que parece que aún no se siente en paz para acabar de largarse de este mundo.

Cubano de a pie habla sin miedo sobre visita del Papa a #Cuba


(Fuente: Noticias Univisión)

La Cruz Roja reacciona ante abuso de su símbolo en Cuba



(Fuente: Noticias Univisión)

martes, 13 de marzo de 2012

El poder de un símbolo


Este edificio, situado en la intersección de las habaneras calles de 23 y 12, en el barrio El Vedado, ha pasado a formar parte de eso que los escribas oficiales llaman la historia de la Cuba revolucionaria (o sea, posterior a 1959). 

Como se sabe, fue en los bajos de este inmueble donde se declaró el tristemente célebre carácter socialista de la revolución cubana, aprovechando —de forma oportunista, como siempre lo ha hecho Fidel Castro—, la teatralidad que le brindaba un momento en el que la sensibilidad popular se encontraba exacerbada. 

En el edificio de la esquina de 23 y 12, monumento escultórico que subraya la declaración del carácter socialista de la revolución cubana. Fuente Panoramio.

He aquí que hace unos días el edificio le tomó la delantera al pueblo cubano. En un gesto que parecía decir "¡esto no aguanta más!", la escalera del inmueble colapsó. Como consecuencia, el pánico se instauró entre los segurosos que de por sí, imagino ya andarían halándose los pelos imaginando lo que se les venía encima con la anunciada visita papal. 



Como podemos apreciar en las instantáneas, la movilización de recursos fue en grande y no se hizo esperar. Porque si algo ha sabido hacer el castrismo a lo largo de más de medio siglo es jugar con los símbolos, construyendo todo un sistema de significados a través de la iconografía de la revolución hasta llegar incluso a la re-invención de la historia patria.


Con toda razón Yoani Sánchez hablaba de señales.  Pienso que ésta en especial es de carácter profundamente admonitorio y no deberíamos subestimarla. 


Por la relevancia del hecho, a pesar de los días transcurridos, he querido subir estas imágenes que me envió "nuestro hombre en La Habana", a quien agradezco el gesto.


(Nota: recientemente pasé más de un mes sin Internet esperando que me instalaran una nueva conexión. Sí, como imaginarán, casi me vuelvo loca. A todos los que siguen llegándose hasta mi bitácora, gracias por regresar. Subiré algunas cosas que tenía listas para publicar para que queden en el archivo. Espero me puedan disculpar).



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